Nos situamos en Salamanca, más concretamente en Parada de Arriba. Las prominentes encinas, dejan entrever una bonita granja de gallinas camperas cuya cubierta hace juego con el color de estas.
Dentro de esta granja nos encontramos con María Ángeles Llorente, Marian como la conocemos los más cercanos, para presentarnos el dulce hogar de sus inquilinas. Tres mil ciento sesenta y ocho gallinas camperas para ser más exactos. Aquí, damos comienzo a nuestra entrevista.
ENTREVISTA MARIAN, DUEÑA DE LA GRANJA DE GALLINAS CAMPERAS:
- Cuéntanos un poco, Marian, ¿Cómo llegaste a este mundo de la ganadería y a qué te dedicas?
Provengo del mundo del Derecho y hasta ahora mi relación con la Ganadería era prácticamente inexistente, salvo por la tenencia de varias gallinas domésticas que han sido precisamente las culpables de que decidiera embarcarme en esta aventura.
- ¿Por qué te decantaste por tener una granja de gallinas camperas y qué raza de gallina es la que tienes?
Hasta ahora, la línea de producción de huevos primaba la productividad a costa del bienestar de los animales. Por suerte actualmente existimos granjas que creemos firmemente en la protección de las gallinas y a la sostenibilidad de la explotación que además es afín a las exigencias del consumidor. Es por ello por lo que decidí apostar por la gallina campera. La raza de que disponemos en la granja es: la Gallina Isa Brown.
- ¿Por qué te decidiste por Aviporc finalmente?
Aviporc es un referente de profesionalidad y sinónimo de trabajo y de cosas bien hechas. He recibido un asesoramiento preciso cada vez que lo he necesitado y han atendido a todos mis requerimientos e incluso a las propuestas que les realizaba. Estoy muy satisfecha con ellos.
- ¿Cómo fue el tema burocrático? ¿Te costó mucho conseguir las licencias y todo el papeleo necesario para poner en marcha este maravilloso proyecto?
Quizá, aunque necesario, es el proceso más farragoso y menos atractivo de todo el proyecto. Efectivamente es posible que este proceso debiera de ser más ágil, pero he contado con técnicos muy competentes que me han facilitado mucho las cosas.
- ¿Crees que por ser mujer ganadera has roto el estereotipo de que el mundo ganadero es exclusivamente para hombres? ¿Has notado diferencia o te has tenido que esforzar más?
La ganadería, hasta ahora, si es cierto que era un mundo eminentemente masculino que poco a poco se va abriendo a la llegada de mujeres ganaderas que está logrando la ruptura de los tabús que existían respecto al ejercicio de esta actividad por parte de mujeres. En mi caso la dificultad ha estribado no sólo en el hecho de ser mujer, sino también en la inexperiencia que poco a poco voy resolviendo con esfuerzo.
- Cuéntanos, ¿Cómo es un día en Granja Torre del Gallo?
Largo pero muy satisfactorio. El bienestar de las gallinas es nuestra preferencia y la jornada gira en torno a ellas. Las gallinas, que han estado pasando la noche a resguardo, salen a la finca donde pasan todo el día deambulando y picoteando e interactuando con el resto de las gallinas lo que supone una mejora sustancial respecto a las producciones de huevos con gallinas enjauladas. Se recogen, seleccionan y se sellan los huevos para el reparto y con los últimos rayos de luz se recogen las gallinas que pasarán la noche a en la nave donde ponen los huevos que se recogerán al día siguiente. Las gallinas viven en un entorno natural, se cuida su alimentación con el mejor pienso y con bellotas procedentes de la finca que rodea a la granja lo que determina la enorme calidad de nuestros huevos. El bienestar de las gallinas es fundamental en la producción de unos huevos excelentes. Somos por lo tanto una granja pro-gallina, por decirlo de alguna manera frente a otras que priman la productividad frente al bienestar y la calidad de los huevos.
Una vez finalizada la entrevista, Marian nos hizo llegar fotos de sus primeras inquilinas. Te deseamos toda la suerte del mundo y te enviamos muchas ganas e ilusión para que puedas seguir embarcándote en proyectos de este calibre. En Aviporc, siempre serás bien recibida.
